Un año más tarde, conocí a la que sería mi esposa, fan de Elvis. Ella tenía una gran colección. Más grande que la mía, y entre las cosas que tenía, un montón de discos raros no editados por la RCA, es decir, piratas. Y entonces recordé tal vez que aquel listado que recibí seis años atrás, y los discos de Ana Mª tenían relación. Además, ella tenía un libro que hoy es también mío, y que me fascinó desde un principio. Se trata de «JAILHOUSE ROCK- The Bootleg Records Of Elvis Presley» (Pierian Press 1983). Con ese libro comencé a darme cuenta del mundo que había ahí afuera, con respecto a coleccionar discos de Elvis, el problema es que que a mediados de los 90, no existía aún internet, y para comprar había que escribir cartas al extranjero, y eso tardaba, y pagar no era tan fácil como ahora, y no tan seguro. Mi contacto con este tipo de discos se hizo más frecuente a partir de ese año 1995, pero no era fácil mantener el ritmo, ya que los títulos editados eran muchísimos, y la economía no daba para todo. Así que fue cuando surgió el intercambio de cintas con otros amigos fans de Elvis. Una forma más económica de al menos acceder al material que se estaba publicando. Así fueron las cosas los años siguientes. A mediados de 1997 y viendo la lista de material que aún conservo, y que escrita a máquina, hacía fotocopias para enviar por carta a mis amigos, tenía seis CD piratas, cuatro del sello Diamond Anniversary Editions (DAE), que me fascinó, uno del sello Fort Baxter, y un concierto de audiencia que compré, llamado "I don't Wonna Sing These Songs", porque me pareció curioso tener un concierto de 1971. Desconozco el número de cintas, porque no llevé el registro o lo he perdido.
Para estar al tanto de los nuevos lanzamientos en esos primeros años, fue de gran ayuda mi pertenencia a varios clubes de fans españoles, como Amigos de Elvis o Club Elvis. Con la llegada de internet a mi vida en 1998, era más fácil estar informado. De hecho, conocí la web: http://www.elvis-collectors.com/ que aún en 2014, conserva prácticamente el mismo aspecto que entonces.
El ser presidente de Elvis Memories desde 1998, no me ha servido para tener la colección más grande. De hecho, muchos pensaran equivocadamente en esto. Por razones económicas, y otras, yo no he seguido el ritmo habitual de lanzamientos, pero por mis manos han pasado muchos lanzamientos para nuestros socios y amigos a lo largo de los años, y me siento feliz de haber hecho feliz a mucha gente con esto.