Autopsia de Elvis Presley

No hay capítulo más triste en el libro que mencioné en la entrada anterior, que el de la autopsia realizada al cuerpo sin vida de Elvis Presley. Los autores lo cuentan con todo detalle, y parece que uno está allí de espectador, y la verdad no es agradable y duele. El libro cita los nombres de todos los que participaron, y da una breve historia de cada uno. Allí se encontraba también presente el doctor Nickophoulos, aunque a título personal, y el investigador del que hablé en la entrada anterior, Dan Warlick, el cual puso al médico principal, el doctor Jerry T. Francisco, de lo que había encontrado en Graceland, y de sus sospechas de que las drogas pudieran tenido que ver en la muerte de Elvis. Según cuenta el libro, parece ser que el doctor Francisco le escuchó sin parecer importarle demasiado el dato aportado por Warlick.

Antes de comenzar los médicos, Warlick examinó el cuerpo, y no encontró pinchazos de agujas en ningún sitio, ni señales de uso de cocaína en sus fosas nasales. En la primera fase de la autopsia se determinó que Elvis tenía un corazón más grande de lo normal, lo cual apuntaba a hipertensión, cosa que se sabe que padecía Elvis. No tenía pulmones de fumador. Un dato que me chocó al leerlo al igual que le chocó al investigador Warlick es que el contenido del estómago había sido destruido, y eso unido a la limpieza realizada en el lugar del suceso en Graceland, representan para mi una cosa extraña. Veremos como sigue.

ELVIS MEMORIES EN EBAY